Tanto para empresas como para individuos, COVID-19 ha sido un evento que ha representado un enorme obstáculo (sino es que un freno total) a la vida diaria. Desde el cierre de negocios y paro de actividades, muchas personas esperan el día en el que las autoridades anuncien que se levanta la cuarentena y que todo puede regresar a la normalidad. Pero, después de semanas en casa, ¿cuántas personas creen qué las cosas volverán a ser cómo antes?
De acuerdo a una encuesta realizada por Consulta Mitofsky, el 80.2% de los mexicanos creen que las cosas ya no volverán a ser cómo antes de COVID. Es decir que el impacto de este virus ha sido tan fuerte que cambiará definitivamente la forma en la que vivíamos. Aún así, es curioso que un 18.3% opinen que las cosas regresarán a la normalidad una vez que se levante la cuarentena.
Esta misma encuesta encontró que el 57.3% de las personas creen que habrá más compras online. El ecommerce fue una modalidad de negocio que se disparó durante estos meses ya que limitaba el contacto con otras personas y reducía el riesgo de contagio. También un 52% de encuestados opinaron que el trabajo desde casa se incrementará. A lo largo de estas semanas hemos visto que el Home Office es una buena alternativa, así que es lógico que esta modalidad de trabajo se mantenga en el largo plazo de las empresas.
Respecto a las empresas, el 34.6% de los encuestados opinaron que les tomará entre 3 y 6 meses para para que el negocio se recupere en esta nueva normalidad. Un 28% opinó que le tomará tan solo quince días. Mientras que una pequeña cifra (11.2%) respondió que podrá reponerse hasta dentro un año.
Respecto a las medidas necesarias para sobrevivir, el 95% respondió que ha tenido que recortar gastos personales para mantener su negocio a flote. Un 53% ha tenido que improvisar y darle un giro a la actividad principal de su negocio. Otro 57% se ha visto en la necesidad de hacer uso de ahorros familiares y finalmente un 31% tuvo que adquirir deuda (créditos) para poder sobrevivir a lo largo de estos meses. De manera global un 67% de empresarios respondieron que no han cerrado sus puertas y que siguen operando.
Finalmente, los dueños de negocio responden que en su mayoría (70%) no se han visto en la necesidad de reducir salarios a su personal y un 68% afirma que tampoco se ha visto orillado a despedir colaboradores para mantener vivo el negocio.
Desde el lado de los empleados, un 42% contestó que se encuentra seguro en su empleo. Mientras que un 38% considera que está en riesgo. De todos los que respondieron solo un 35% dijeron que no han tenido ninguna reducción a su salario. El resto han tenido reducciones que van desde un 25% hasta un 75%.
Al igual que los dueños de negocio, la mayoría (79%) de empleados ha recortado gastos personales. Otro 63.5% ha usado los ahorros personales, un 46% ha realizado actividades extras para generar otro ingreso y finalmente un 32% ha contraído deudas para poder mantenerse.
Un dato que sorprende es que solo el 68% de los empleados que respondieron, dijeron haber realizado trabajo desde casa. De estos, un 42% opina que ahora mantiene un mayor balance entre trabajo y vida familiar y un 33% afirma que su productividad ha mejorado. Por otro lado, la mayoría (59%) responde que la relación con la familia se ha mantenido igual y un 65% que la relación con su jefe no ha tenido cambios.