Líderes del 2022
Cada inicio de año representa la oportunidad de afrontar nuevos retos y de solucionar de forma innovadora los pendientes gestados a lo largo del ciclo anterior. El año 2022 trae consigo nuevas características y problemáticas que requieren la atención de los líderes de equipo, en todas las áreas de cualquier empresa.
Como consecuencia del contexto marcado por la pandemia del COVID-19, que sigue presente en todo el mundo, en México se perfila un aumento de la inflación y costos elevados del transporte de mercancías importadas desde China, por ejemplo.
Todo esto genera un nuevo campo de expectativas para 2022, que orientará la manera en que los líderes deberán desempeñarse para estar a la altura.
¿Qué aspectos del trabajo cambiaron de golpe en el último año?
Las medidas sanitarias enfocadas en la restricción de movilidad indicaron la pauta para acelerar y crear vínculos laborales por medio del trabajo remoto y el home office. También demostraron que se fortaleció la relación de los empleados con sus actividades, como lo demuestra el aumento de productividad en las empresas, gracias a las acciones tomadas por el home office.
Las herramientas digitales, la flexibilidad de horarios, la rapidez para tomar decisiones y la adaptación de nuevas formas de trabajo trajeron un aprendizaje importante para los líderes empresariales.
Cómo deberán ser los líderes en 2022
1. Mediadores intergeneracionales
Dentro de una sola organización podemos encontrar empleados de las generaciones centennial, millennial y baby boomers, integrados en cualquier departamento. Esto crea nuevas relaciones, en las que los más jóvenes están a cargo de compañeros de equipo pertenecientes a una o dos generaciones anteriores, con los que no siempre comparten opiniones o modos de trabajo.
La mediación intergeneracional de los líderes se convierte en una de las habilidades de organización y comunicación más urgentes, pues esta tendencia seguirá en los próximos años. La finalidad será coordinar grupos más consolidados y diversos, que respeten varios puntos de vista desde la experiencia de cada miembro.
2. Gestores de equipos híbridos (presencial y remoto)
Otra de las características importantes es la capacidad de dirigir equipos que combinen su participación laboral en las modalidades presencial y de trabajo remoto.
Esto genera un mayor índice de autonomía: garantiza la satisfacción del trabajador, que tiene un margen más amplio para cumplir con sus actividades en un mejor marco de acción, alejado del estrés y cuidando su salud mental, como informa Gabriela Rodríguez en su artículo en Entrepreneur.
3. Empáticos
La empatía es una capacidad esencial para generar un proceso de comunicación integral. Además marcará tendencia en 2022 en torno a la aptitud de los líderes para crear una cultura organizacional más humana.
Así podrán escuchar y retroalimentar con base en la experiencia de los empleados (EX), la cual es una pieza clave para configurar ambientes laborales más productivos y felices, tanto para los colaboradores de equipo como para la organización misma.
4. Abiertos al cambio y flexibles con la cultura laboral
El impacto de la pandemia de COVID-19, el aumento en la inflación, el alza de tasas establecidas por el Fed en Estado Unidos y el incremento en el costo de transporte en envíos internacionales desde China indican un panorama signado por la incertidumbre.
Se debe mostrar una capacidad de adaptación ante este flujo de circunstancias, y estar abiertos al cambio para sortear los imprevistos económicos que marcarán el futuro.
5. Digitales
Uno de los aspectos más importantes a considerar en el corto y mediano plazo es la aptitud de los líderes para gestionar equipos de trabajo desde plataformas digitales.
Gracias a las facilidades del internet, el desarrollo de aplicaciones y software especializados, es más fácil conocer el avance de tareas individuales en los equipos de trabajo, basándose en resultados reales. Esto establece una mejor comunicación con cada uno de los miembros de la empresa.
Por último, solo queda recordar que durante el año anterior experimentamos un impulso orientado a la transformación y el cambio, que los líderes de equipo debieron asumir; además puso a prueba la resiliencia y la capacidad de adaptación de las personas y las empresas a las que pertenecen.
Lo más importante es destacar la prioridad del aspecto humano, ya que es el punto de partida para generar una mejora de fondo en el liderazgo, desde un modelo empático y abierto a lo nuevo, como lo requiere el futuro por venir.
Se debe mostrar una capacidad de adaptación ante este flujo de circunstancias, y estar abiertos al cambio para sortear los imprevistos económicos que marcarán el futuro.