No importa hacia donde apuntan las metas de vida, el sueño más común de muchos es hacerse ricos, ya que así resolverán todos sus problemas y lograrían alcanzar la tan anhelada estabilidad financiera. Muchos ven ese objetivo imposible de alcanzar debido a las crisis financieras esparcidas por el mundo como una infección.
Aprender sobre educación financiera, inversiones y emprendimientos es una de las principales recomendaciones al respecto, pero muchas personas no cumplen con dicho consejo por temor a perder tiempo e incluso dinero.
En algunos casos, se ha generado riqueza a partir de poco dinero, pero aportando una gran cantidad de esfuerzo por un largo transcurso de tiempo.
Lo importante aquí es la perseverancia y la paciencia. Con estos simples pasos puede que no te conviertas en rico, pero si se empezará la trayectoria hacia ese largo camino:
- Deshazte de los hábitos consumistas: Ir al centro comercial todos los fines de semana, hacer compras impulsivas, salir a fiestas o consumir bebidas alcohólicas de forma rutinaria, son un paso contrario al saldo positivo de la cuenta bancaria. Haz una planificación de lo que puedes gastar y lo que no, comprando solamente lo que sea necesario y aprende a diferenciar entre lujos y necesidades.
- Invertir: Ahorrar y economizar ya es un paso importante, pero volverse rico no se resume en eso, ya que también es necesario aprender a invertir. Aprende como funciona el mercado de las inversiones y las opciones para colocar tu dinero. A largo plazo, esto puede ser sinónimo de una estabilidad financiera. Si eres perseverante, podrás dejar una cuantiosa herencia a tu descendencia y probablemente en este punto algunos te conocerán como una persona que logró hacerse rica.
- Elimina las deudas: Pon como prioridad pagar todas las deudas que puedas tener, lo más rápido posible. A partir de allí, tus ahorros empezarán a crecer y dejarás de comprometer todo tu presupuesto y entradas de dinero.
- Guarda un pequeño valor: Deposita o separa mensualmente un fondo de ahorro o de emergencia para protegerte. Lo ideal es no utilizar este valor para nada, hasta que verdaderamente se presente una emergencia.
No hay una fórmula o una poción mágica para hacerse rico, el secreto está en la dedicación y aprender a través de las experiencias que se van presentando en el camino.