5 factores a considerar al hacer home office

En los últimos años, el Home Office se ha convertido en la tendencia laboral. Tanto así que muchos candidatos preguntan por la posibilidad de trabajar desde casa desde el proceso de reclutamiento.

Para cualquier colaborador trabajar desde casa es un alivio, ya que en primer lugar implica un ahorro en el tiempo de traslado al trabajo. Para muchos también significa ahorro en gastos desde transporte, comida y extras. La posibilidad de trabajar desde casa también resulta cómodo para cualquiera. ¿A quién no le encanta la idea de poder trabajar desde su sala en ropa cómoda cada cierto tiempo?

Además del ahorro de tiempo y dinero que representa el trabajo remoto, también le permite a los trabajadores desarrollar su sentido de autonomía con respecto a su día a día. Al ser capaz de poder priorizar sus tareas y de poder tomar decisiones sin necesidad de supervisión constante. 

Otra habilidad que entra en juego al trabajar de manera remota es la  administración propia del tiempo. Estar en casa con la computadora sin un reloj checador abre un mundo de posibilidades y sí, hay que aceptarlo, le abre la puerta a otras distracciones que no están accesibles en una oficina. Por eso, además de saber qué tareas son las que se deben realizar, el colaborador debe entender que aún debe cumplir con su jornada laboral diaria. Y es que puede ser que algunos fácilmente caigan en trabajar de menos o solo hacer “lo mínimo” o que otros trabajen con poco descanso desde la mañana hasta ya muy tarde para sacar el trabajo pendiente. 

En general el Home Office ha resultado ser una opción viable (y en algunos casos prestación) para los trabajadores. Pero eso no lo exenta de algunos factores que jueguen en su contra o que se conviertan en un problema serio en el largo plazo. En este artículo te presentamos los más comunes con algunos ejemplos. 

Mala Comunicación

Esta es de las situaciones más comunes que se puede presentar en las empresas o en los equipos que usan el Home Office. Al trabajar desde casa, cualquier colaborador puede “encerrarse” en su mundo y fallar en comunicarse de forma efectiva con sus compañeros. 

En casos en los que todo el equipo se encuentra de manera remota, la falta de interacción física podría dificultar la construcción de relaciones y lazos con el resto de los miembros del equipo. 

De cualquier forma, cuando un miembro del equipo falla en comunicar algo importante (o que podría convertirse en tema serio) a los demás, esto podría generarle problemas a todos más adelante. 

Un ejemplo muy común iría sobre alguien que encuentra un error o una falla en un proyecto o en una actividad, y prefiere guardarse el comentario en lugar de señalarlo. Este error eventualmente saldrá a la luz y se convertirá en un problema para todos los involucrados. 

Claro, casos como el de arriba también suceden en espacios en los que los colaboradores asisten todos los días, y están en constante comunicación. Pero, al trabajar desde casa es posible que el trabajador en cuestión omita el dato. Mientras que si estuviera en el mismo espacio que los compañeros, podría ser algo más fácil y rápido de comentar. 

Al trabajar de manera remota es importante aprender a priorizar la comunicación. ¿Qué SÍ se debe compartir con el equipo? ¿Y qué no es necesario comentar? Por ejemplo, es poco probable que tus compañeros estén interesados en las novedades que hay en casa. Pero sí van a querer saber los cambios o acciones que haces en tu trabajo y que pueden impactar en el suyo. 

No encajar con la cultura

Esto aplica tanto si hablamos de la cultura dentro de la empresa, de la organización o hasta de la del equipo. Doblemente aplica si se trata de una compañía multicultural. 

Tal vez estás acostumbrado a recibir seguimiento puntual sobre tus actividades del día y te sientes “desorientado” si no tienes una charla diaria con tu superior sobre qué es lo que se debe hacer durante el día. Cuando hagas Home Office tu jefe no estará contigo, así que está en ti priorizar tus tareas y elegir la forma más conveniente para realizarlas. Esta libertad puede ser algo incómodo para aquellos que han estado en compañías que ya tienen un proceso muy definido de trabajo en todas sus áreas. 

En el caso de encajar con otras culturas, es un factor clave que puede determinar tu permanencia de corto o largo plazo en la compañía. Poca apertura al trabajar con personas que tienen otra perspectiva o forma de hacer las cosas, puede hacer que tu vida remota se complique. En la sección de multiculturalidad debes tomar en cuenta desde los horarios de trabajo de tus compañeros, su estilo de comunicación, la forma de ataque a los problemas, y hasta el tipo de rol que prefieren tomar en los proyectos. 

Poco Compromiso y Responsabilidad

Para algunos superiores es complicado hacer que sus colaboradores remotos se responsabilicen completamente de las actividades que les toca desempeñar en un equipo. Mientras que otros opinan que al estar fuera de la oficina, es fácil “olvidarlos” y por ende evaluar claramente sus niveles de productividad. 

Por esta razón, hay empresas que recomiendan brindar proyectos a los trabajadores que se encuentran remotos, en lugar de darles tareas diarias, constantes y/o de corta duración. Al finalizar un proyecto es más fácil ver todo el panorama y comparar si se cumplieron las expectativas en tiempo y forma. 

También basándose en su experiencia con trabajos remotos, algunos recomiendan utilizar técnicas de “micromanagement” con sus colaboradores para así asegurarse de que estos cumplen con sus responsabilidades. Crear una nueva manera de medir el desempeño de los colaboradores remotos se ha convertido en un reto.  

Problemas técnicos

En este apartado incluimos los temas como internet, software o incluso el mismo equipo con el que se trabaje. La conexión a internet de un colaborador remoto puede ser mala, o caerse durante una llamada importante con un cliente o con algún jefe de área. En este caso el Home Office juega en contra de la productividad del trabajador y en el peor de los casos dificultar que se cumplan las metas de fin de mes de este o de su equipo. 

Para aquellos trabajadores para los cuales es indispensable utilizar ciertos programas a los que solo tiene acceso desde la computadora de la oficina, el tema del trabajo remoto se complica. En estos casos podría darle la vuelta al problema al dedicar el día de trabajo remoto para tareas que no impliquen el uso del software o bien solicitar una extensión de la licencia que ya tiene. 

Respecto al equipo físico de trabajo, tal vez con el que cuenta en casa no es lo suficientemente rápido como para que pueda realizar todo su trabajo en un día. En este caso hay que señalar que el trabajador debe decidir si quiere mantener la costumbre de trabajar a distancia en el largo plazo o si solo quiere hacerlo en ciertos casos. 

En caso de querer hacer Home Office en el largo plazo, el colaborador deberá evaluar la posibilidad de adquirir un equipo que esté a la altura técnica de lo que necesita. O bien, solicitar autorización para llevarse el equipo de la oficina a su casa (solo en caso de que sea portátil). En caso de no ser posible, el trabajador también puede destinar su día de trabajo remoto para actividades no tan demandantes. 

Baja productividad

En un espacio como una oficina son pocas las distracciones con las que un trabajador se puede encontrar si es que lo comparamos con las que hay en casa; desde mascotas, juegos, películas, hijos y otros imprevistos.

Trabajar vía remota desde una cafetería, restaurante o biblioteca tampoco hará mucha diferencia en este tema. El ruido de fondo, el ir y venir cotidiano y otras sorpresas con las que se pueda encontrar el trabajador en un lugar abierto también pueden contribuir a distraerse y a una reducción de la productividad.  

Para realizar un trabajo remoto exitoso, uno de los factores claves que los colaboradores deben conquistar (o bueno practicar) es la disciplina para poder enfocarse en sus actividades y no en lo que sucede a su alrededor. También entran en juego esos “breaks” de 15 minutos que al trabajar desde casa podrían convertirse en ver un capítulo de una hora de la serie de moda, una siesta o una salida por un café prolongada. 

Con todos estos puntos que te dimos no queremos asustarte sobre el Home Office o darle razones a tu superior para que desconfíe de ti para cuando trabajas desde casa. Sino que te damos una guía sobre los puntos importantes a considerar para que el trabajo remoto no juegue en tu contra. 

 

 

Imagina una herramienta que te permita solicitar o notificarle a jefe sobre los días que trabajaras remoto o aquellos en los que tienes un compromiso que no te permite acudir a la oficina. RunaHR es una plataforma de manejo de nómina y de gestión de personal que incluye un calendario. Allí, los colaboradores pueden agendar sus días de trabajo remoto, los días que planean faltar y sus vacaciones sin necesidad de enviar los tediosos mails solicitando permiso. Conoce más sobre esta y más funcionalidades de Runa, aquí

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