Tabla de contenidos
- ¿Qué son las percepciones en Argentina?
- ¿Para qué sirven las percepciones?
- ¿En qué consisten las percepciones del trabajador?
- ¿Cómo funcionan las percepciones?
- ¿Cuándo se puede tener una devolución de percepciones?
- ¿Qué son las percepciones ARCA?
- ¿Cuál es el papel de los recursos humanos frente a las percepciones?
Las “percepciones”, ese renglón que suele pasar desapercibido en los recibos de sueldo o en los resúmenes de tarjeta, representan un engranaje esencial del esquema tributario argentino. Desde hace décadas funcionan como un anticipo que el fisco exige para asegurarse un flujo constante de recursos mientras transcurre el año fiscal.
Pero, además de aportar previsibilidad a la recaudación, intervienen en la relación entre empleadores y trabajadores, porque determinan el neto a cobrar y el crédito fiscal que luego se computará en la declaración jurada anual. Comprender su lógica —y los derechos que conllevan— no solo permite mantener el salario bajo control: habilita reclamar saldos a favor, ordenar finanzas personales y, sobre todo, evitar sorpresas cuando llega el momento de ajustar cuentas con ARCA, ex Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP).
¿Qué son las percepciones en Argentina?
Desde un punto de vista técnico, qué es percepción se define como un pago a cuenta de tributos futuros. El empleador o quien efectúa la operación actúa como agente de retención y deriva una parte del monto que abona al fisco. No se crea un impuesto nuevo; se adelanta parte del que ya existe para suavizar el esfuerzo de pago.
En la práctica, ese descuento aparece en el recibo junto a otros conceptos previsionales y de salud. Luego, al final del período, figura en la declaración jurada y se descuenta del total a ingresar. Si a lo largo de los meses la retención fue mayor de lo que corresponde, se transforma en saldo a favor que se puede imputar a otros impuestos o solicitar como devolución.
¿Para qué sirven las percepciones?
El Estado argentino conjuga dos objetivos con este mecanismo. El primero, asegurar liquidez: las arcas públicas reciben fondos de manera regular y no tienen que esperar al cierre del ejercicio. El segundo, reducir la evasión: al capturar el impuesto en el momento en que se genera el ingreso, limita la posibilidad de que contribuyentes pospongan o eludan la obligación.
Para las personas físicas también hay un beneficio indirecto: al fraccionarse la carga a lo largo de doce meses, se esquiva un desnivel importante en el flujo de efectivo doméstico. Es más fácil administrar retenciones mensuales que enfrentar un solo pago abultado cuando la economía familiar ya lidia con inflación y gastos estacionales.
¿En qué consisten las percepciones del trabajador?
Antes de detallar cada deducción, conviene aclarar que toda lista debe ir precedida por un párrafo explicativo fluido, capaz de contextualizar los conceptos y evitar que parezca un inventario contable incomprensible. En los recibos de sueldo locales se repiten cuatro percepciones centrales que responden a normativas distintas aunque comparten el principio de anticipo:
- Impuesto a las ganancias: Se aplica a trabajadores en relación de dependencia cuyos ingresos superan el mínimo no imponible. La alícuota varía según tabla progresiva y situación familiar declarada.
- Aportes jubilatorios: Constituyen el 11 % del salario bruto y financian el sistema previsional que dará sustento en el retiro.
- Obra social: Un 3 % obligatorio destinado a la cobertura médica del grupo familiar.
- Otros conceptos: Cuotas sindicales, seguros de vida colectivos o contribuciones acordadas en convenios sectoriales.
¿Cómo funcionan las percepciones?
El circuito se inicia con la liquidación de haberes. El área de Recursos Humanos calcula la base imponible, aplica alícuotas, retiene y deposita los fondos en la ARCA a través de los aplicativos vigentes. Cada mes, esa información se carga en las bases de datos del organismo. Al momento de la declaración jurada anual, el trabajador descarga el Formulario 1357 donde figuran todas las percepciones de Ganancias practicadas durante el año. Allí puede cruzar los importes con los recibos mensuales y verificar que no existan diferencias. Si el software arroja un saldo a ingresar, se paga; si surge un crédito, se imputa a ejercicios futuros o se pide reintegro.
¿Cuándo se puede tener una devolución de percepciones?
El reclamo de devolución de percepciones procede cuando la sumatoria anual de retenciones supera el impuesto determinado. En 2023, por ejemplo, muchos empleados recibieron aumentos que luego fueron absorbidos por la suba del mínimo no imponible hacia fin de año. Como la retención se calculó con la escala previa, apareció un crédito que pudo devolverse. El trámite de ARCA devolución de percepciones se inicia en el portal del organismo, apartado “Devoluciones y Transferencias”, adjuntando recibos y declaración jurada. El fisco revisa, compensa de oficio con otras obligaciones y, si corresponde, acredita la diferencia en la cuenta bancaria CBU informada. El plazo promedio ronda los 60 a 90 días, aunque puede extenderse si falta documentación o se detectan inconsistencias.
¿Qué son las percepciones ARCA?
Desde que la Resolución General 5617/2024 sustituyó el viejo esquema de la RG 4815, el régimen de percepciones ARCA opera con una alícuota única del 30 % sobre consumos en moneda extranjera—pagos con tarjeta en el exterior, reservas turísticas, pasajes internacionales y ciertas importaciones gravadas por IVA—y la escala diferenciada 30 %/45 % quedó sin efecto junto con la expiración del Impuesto PAIS el 22 de diciembre de 2024.
Luego, la RG 5672/2025 excluyó expresamente la compra de billetes para atesoramiento, de modo que desde el 14 de abril de 2025 esas operaciones ya no sufren percepción alguna. El monto retenido se registra casi en tiempo real en el servicio “Mis Retenciones y Percepciones”, lo que permite monitorear el crédito fiscal y planificar su aplicación. Al cierre del ejercicio, cada contribuyente puede imputarlo a cuenta de Ganancias o de Bienes Personales, compensarlo contra otros gravámenes o solicitar la devolución del excedente, afinando así su carga tributaria sin apartarse de la normativa vigente.
¿Cuál es el papel de los recursos humanos frente a las percepciones?
- HH. funciona como engranaje clave entre normativa y práctica cotidiana. Su primer deber es adherirse a la tabla y a los parámetros que actualiza el organismo recaudador cada ciclo—por ejemplo, alícuotas, deducciones y topes. Segundo, debe consignar en el recibo códigos claros y leyendas que permitan al empleado identificar cada percepción. Tercero, declarar y abonar montos dentro de los plazos fijados para evitar intereses y sanciones. Además, debe guardar respaldo digital de las liquidaciones, porque las inspecciones de ARCA suelen exigir constancias de cálculo. Finalmente, se convierte en la primera ventanilla de consulta cuando un colaborador detecta diferencias y necesita orientación sobre cómo proceder para rectificar o reclamar.
Las percepciones refuerzan la caja estatal y, al mismo tiempo, alivian la carga puntual del impuesto que deberían pagar trabajadores y consumidores una vez por año. Pese a su carácter de anticipo, generan dudas y, en ocasiones, saldos a favor recuperables.
Dominar su lógica, sus bases de cálculo y los procedimientos para acreditar o solicitar devoluciones se traduce en transparencia para el empleador, previsibilidad para el fisco y tranquilidad financiera para quien depende de un sueldo que, peso a peso, se ve afectado por estos adelantos tributarios. Cultivar esa comprensión colectiva contribuye a un circuito laboral más equilibrado, donde cada parte asume su rol con información suficiente y sin sobrecargas inesperadas.