A lo largo de las últimas décadas, Argentina ha recurrido a la figura de los bonos extraordinarios como mecanismo para intervenir sobre los ingresos de jubilados y pensionados. Se trata de pagos puntuales, adicionales al haber regular. La historia se remonta a los años 90 pero se volvieron más sistemáticos desde 2009, principalmente para intentar compensar a quienes cobran los haberes mínimos por la pérdida constante de poder adquisitivo frente a la inflación.
La idea de fondo es bastante simple: ayudar a complementar los magros ingresos de los jubilados argentinos, mejorando así el poder de compra. En última instancia, la idea es darle un aire a la calidad de vida de nuestros adultos mayores. Vamos a ver bien qué son estos bonos, para qué sirven realmente y quiénes suelen ser los beneficiarios.
¿Qué es el “bono para jubilados”?
Imaginá el bono como una suma de plata extra, un pago que el gobierno decide dar de forma puntual, por fuera de lo que se paga todos los meses por la jubilación o pensión. Es clave entender que no es un aumento permanente, sino un refuerzo temporal que se otorga en momentos específicos, según lo decida la administración de turno.
Su objetivo principal casi siempre es compensar la pérdida de poder de compra que sufren los jubilados por la inflación galopante. También busca aliviar un poco la situación económica de este grupo, que suele ser vulnerable, poniendo foco en quienes tienen los haberes más bajos. En algunos casos, se espera que también sirva para mover un poco el consumo interno. Por supuesto, el monto del bono, a quiénes les toca exactamente y cada cuánto tiempo se otorga, bueno, eso varía mucho según cómo esté la economía y las políticas que se implementen.
¿Cuáles son las funciones del bono para jubilados?
Estos bonos cumplen, en realidad, un doble papel bastante claro. Por un lado, tienen una función social evidente: buscan mejorar el bienestar del día a día de los adultos mayores, protegiendo (o intentando proteger) sus ingresos del deterioro inflacionario. Es una forma de apuntar a reducir un poco la desigualdad y promover una mayor inclusión de este sector.
Por otro lado, también tienen una pata económica. La lógica es que, al aumentar la plata disponible en el bolsillo de los jubilados, estos tienden a gastarla (en comida, medicamentos, servicios). Ese mayor gasto puede estimular el consumo interno, lo que, en teoría, podría tener un efecto positivo, aunque sea pequeño, en la actividad económica general, impulsando algo la producción y el empleo.
¿Por qué es importante el bono para jubilados?
Y bueno, ¿por qué son importantes estos bonos al final del día? Tienen un efecto claro en dos niveles. Por un lado, para el jubilado que lo recibe, especialmente si está con la mínima, es un respiro económico concreto. Esa plata extra puede significar poder cubrir gastos básicos que se complican, como comprar todos los remedios del mes o pagar alguna factura pendiente. Incluso, a veces, permite darse un pequeño gusto, algo que siempre suma al bienestar.
Por otro lado, mirando la foto más grande, estos bonos son una herramienta que busca reducir la pobreza y la desigualdad en la tercera edad. Son un intento, con sus limitaciones, de construir una sociedad que incluya y trate un poco mejor a nuestros mayores.
¿A quiénes les corresponde cobrar estos bonos?
No es para todos los jubilados y pensionados. El gobierno establece los requisitos cada vez que decide otorgar un bono. Lo más común es que estén dirigidos a quienes pertenecen al Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA) y perciben los haberes más bajos, o que sus ingresos no superen un tope específico que fija la Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSES).
Pero ojo, no todos los bonos se definen únicamente por el monto del haber. A veces, aparecen bonos más puntuales que suman otros requisitos para poder cobrarlos. Te podés encontrar con algunos que son exclusivamente para jubilados de edad muy avanzada (pasando los 80, por decir un ejemplo), otros destinados a personas con certificado de discapacidad, o hasta bonos especiales si vivís en alguna zona del país que necesite un apoyo particular.
¿Cómo hacer para recibir el bono para jubilados?
Acá viene una buena noticia: en la gran mayoría de los casos, no es necesario hacer ningún trámite de inscripción. Si se cumplen los requisitos definidos para un bono en particular, la ANSES identifica al beneficiario automáticamente usando sus bases de datos y deposita el monto correspondiente directamente en la cuenta, junto con el haber jubilatorio o pensión habitual.
Es muy poco probable que sea necesario inscribirse para un bono. Tendría que ser algo realmente excepcional o un tipo de bono muy específico. Si por alguna razón hiciera falta hacer algo, ANSES lo comunicaría claramente usando sus medios habituales: su sitio web, la aplicación ‘Mi ANSES’ o informando en sus delegaciones.
¿Qué tipos de bonos para jubilados existen?
A lo largo de los años, hemos visto diferentes modalidades de bonos. Se pueden diferenciar por sus características y quiénes los reciben:
- Edad: A veces se otorgan a jubilados que superan una edad determinada (por ejemplo, mayores de 80 años).
- Discapacidad: Destinados a quienes tienen un certificado de discapacidad con cierto porcentaje.
- Temporada: Menos comunes, pero a veces aparecen en períodos específicos, como un refuerzo en invierno para gastos de calefacción.
- Extraordinarios: Son los más frecuentes últimamente. Se implementan como respuesta a situaciones puntuales: crisis económicas fuertes, emergencias sanitarias (como vimos en la pandemia), o simplemente por decisión política para intentar paliar una pérdida abrupta de poder adquisitivo.
¿Cuál es el papel de las empresas con respecto a estos bonos?
Es importante aclarar que estos bonos de los que hablamos los paga el Estado con fondos públicos. Las empresas, como tales, no otorgan este tipo de “bonos” a sus ex-empleados ya jubilados. Sin embargo, sí pueden implementar otro tipo de iniciativas que complementen los ingresos o mejoren el bienestar de quienes trabajaron allí y ahora están retirados.
Más allá de las medidas estatales, las empresas pueden explorar distintas formas de complementar la situación de sus ex-empleados ya retirados. Una línea de acción posible son los programas de bienestar, que buscan ofrecer beneficios prácticos como pueden ser descuentos comerciales, facilidades para actividades recreativas o soporte en temas de salud.
Por otro lado, una estrategia con un impacto económico más tangible es la participación en fondos de jubilación complementarios. Aquellas empresas que cuentan (o quizás contaron en el pasado) con planes de pensión privados y realizaron las contribuciones correspondientes, efectivamente logran mejorar el ingreso mensual de quienes se jubilaron desde la compañía.
¿Cuál es el papel de los recursos humanos con respecto a los bonos?
El área de recursos humanos de una empresa puede jugar un rol valioso, principalmente en difundir información clara y asistir, tanto a los empleados que están cerca de jubilarse como a los que ya se retiraron (si la empresa mantiene algún vínculo).
- Informar: Pueden comunicar sobre la existencia de los bonos estatales, explicar los requisitos generales y cómo suele funcionar el cobro (automático, pero con datos actualizados).
- Gestionar trámites (si aplica): Si excepcionalmente se requiriera alguna constancia de la empresa o hubiera que hacer un trámite específico ante ANSES donde RRHH pueda ayudar, podrían brindar esa asistencia.
- Planificación de la jubilación: Más allá del bono, RRHH tiene un rol importante en asesorar a los empleados sobre cómo planificar su retiro, informando sobre beneficios post-laborales que ofrezca la empresa o sobre opciones de jubilación complementaria si existen.
Los bonos para jubilados se han vuelto una herramienta bastante habitual en Argentina para intentar mejorar la calidad de vida de los adultos mayores, complementando haberes que, en muchos casos, no alcanzan. Son pagos extra, temporales, que buscan ayudar a sobrellevar el costo de vida. Como vimos, hay distintos tipos y no todos los jubilados los cobran; generalmente se enfocan en los de menores ingresos. La buena noticia es que, normalmente, si corresponde, el dinero llega automáticamente con el cobro mensual. Eso sí: ¡es fundamental tener los datos personales al día en ANSES para recibirlo sin problemas!
Preguntas frecuentes
¿Cómo influye la AFIP en la posibilidad de acceder a estos bonos?
Aunque no paga bonos, la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) (o ARCA, su nueva denominación) tiene un papel indirecto clave: registra los aportes durante la vida laboral. Si hubo evasión, aportes mal hechos o no declarados, es probable que la jubilación sea baja y con eso se define si alguien accede al bono o no. A veces, lo que no se declaró hace 20 años, hoy te deja fuera.
¿Qué pasa con los bonos si el jubilado cobra a través del IPS?
Los beneficiarios del Instituto de Previsión Social (IPS), en la provincia de Buenos Aires, pueden o no recibir bonos, según si el gobierno provincial decide otorgarlos. No dependen de ANSES, salvo que tengan aportes mixtos. Es una capa más de complejidad: el acceso al bono depende de quién administra la jubilación y de qué tan bien se coordinen los sistemas.
¿Las Asociaciones de Trabajadores del Estado (ATE) participan en estos casos?
Sí, y no de forma menor. La Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) suele actuar como canal de reclamo cuando algún jubilado queda fuera de un bono injustamente. Además, presionan por la inclusión de ciertos sectores en las medidas. En muchos casos, gracias a su presión, se han ampliado los alcances de algunos bonos especiales.
¿Qué relación hay entre los bonos y el salario mínimo?
Muchos bonos se calculan o definen usando como referencia el salario mínimo o un múltiplo de la jubilación mínima. En contextos donde esa base se ajusta poco y la inflación no da tregua, el bono actúa como un amortiguador, aunque sea momentáneo. Ayuda a quienes están muy por debajo de la media de ingresos.
¿Qué tipo de control realiza el Ministerio de Trabajo sobre estos pagos?
El Ministerio de Trabajo no otorga los bonos, pero monitorea que se cumplan las condiciones laborales y previsionales necesarias para acceder a una jubilación válida. Si el empleo fue no registrado o mal declarado, después eso se arrastra en los haberes y, en consecuencia, puede dejar a una persona fuera del umbral para cobrar el bono.
¿Reciben estos bonos los jubilados del régimen de ART?
En general, los que accedieron a la jubilación por incapacidad luego de un accidente cubierto por una Aseguradoras de Riesgo del Trabajo (ART), y se incorporaron al sistema previsional, también pueden recibir bonos. El punto es si la prestación que cobran entra en los criterios de monto y tipo de beneficio definidos por ANSES para cada bono puntual.
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