Tabla de contenidos
- ¿Qué es un CV en la práctica?
- ¿Cuál es la función del CV?
- ¿Cómo hacer un CV?
- ¿Qué habilidades debe incluir un CV?
- ¿Cuáles son las aptitudes que debe incluir el CV?
- ¿Cómo redactar los objetivos para el CV?
- ¿Qué poner en un CV sin experiencia?
- ¿Cómo los recursos humanos gestionan un CV?
- En resumen:
Armar un buen CV nunca fue un trámite más. Mucho menos hoy, en un mercado laboral tan competitivo como el argentino, donde el contexto cambia casi tan rápido como las búsquedas activas. El Currículum Vitae es, en la práctica, mucho más que un resumen de datos laborales: es la primera imagen que un candidato proyecta, su presentación inicial ante una empresa. Y en la mayoría de los casos, también es la única oportunidad real de generar interés en un proceso de selección. Por eso, la forma en que se arma ese documento, lo que se incluye (y lo que se deja afuera), tiene un peso estratégico clave. Un CV efectivo cumple una doble función: atrae la atención de quien recluta y, a la vez, comunica con claridad qué valor puede aportar la persona. En ese sentido, saber cómo hacer un CV que destaque habilidades, experiencia y potencial se vuelve fundamental.
Más allá de los datos duros, el diseño del CV también habla. ¿Es prolijo? ¿Refleja profesionalismo? ¿Está adaptado a la industria o al tipo de puesto? En cada rubro hay ciertos códigos que conviene conocer, y para eso, analizar buenos ejemplos de CV locales es un gran punto de partida. Si desde recursos humanos se promueve activamente que los candidatos internos o recomendados trabajen bien su presentación profesional, incluso con asesoramiento, los procesos de búsqueda se vuelven mucho más eficientes.
Este artículo es una guía concreta, pensada para ayudar a entender qué funciona hoy a la hora de presentar un CV en Argentina. Qué piden los reclutadores, qué espera el mercado, cómo responder con precisión a cada perfil y cómo adaptarse a las nuevas tendencias sin perder claridad. La idea es bajar a tierra consejos prácticos y compartir recursos útiles que realmente puedan marcar la diferencia, tanto para quienes buscan empleo como para quienes están del lado de la gestión del talento.
¿Qué es un CV en la práctica?
Un CV, en la práctica, es mucho más que una lista de empleos pasados. Es una especie de carta de presentación escrita que resume quién es uno profesionalmente y qué puede aportar. Para el mercado argentino, donde las búsquedas suelen ser rápidas y específicas, tener claro cómo armar un CV que sea claro, relevante y actual, hace toda la diferencia.
La definición más formal habla de un resumen laboral, académico y personal. Pero en el día a día, lo que realmente importa es cómo se ordena esa historia: cómo se destacan las habilidades para CV que de verdad interesan al puesto, y cómo se presentan los logros de forma concreta.
No existe un único modelo válido. De hecho, se puede optar por varios tipos de CV:
- Cronológico: Ideal cuando hay una trayectoria ordenada y continua.
- Funcional: Muy útil si lo que se quiere resaltar son competencias más que lugares de trabajo.
- Mixto: Que combina lo mejor de ambos mundos y permite jugar con la estructura para reforzar fortalezas.
Entender estas opciones ayuda no solo a contar una historia coherente, sino también a decidir qué aptitudes para CV vale la pena poner en primer plano según cada postulación. En definitiva, se trata de construir un documento que trabaje para uno, no uno que pase desapercibido.
¿Cuál es la función del CV?
El CV es como la primera entrevista… pero por escrito. Funciona como una herramienta de autopromoción. En pocas palabras: si el CV no convence, no hay segunda chance. Por eso, tiene que estar bien hecho desde el arranque.
Su función principal es abrir la puerta a la entrevista. ¿Cómo? Mostrando de forma clara qué puede aportar cada persona, qué habilidades para CV destacan, qué logros se alcanzaron, y por qué tiene sentido que el empleador quiera conocer más.
Además, cumple otros roles clave:
- Es un resumen de lo más relevante.
- Es un filtro, porque el área de recursos humanos usa el CV para separar a los que cumplen (y superan) los requisitos.
- Y es, sin vueltas, una primera impresión escrita.
En un mercado donde cada puesto puede tener más de 200 postulantes, que un CV cumpla su función es lo mínimo que se necesita para entrar en la conversación.
¿Cómo hacer un CV?
Acá no hay fórmulas mágicas, pero sí pasos que marcan la diferencia. Armar un buen CV es mucho más que sentarse a escribir con lo que uno se acuerda. Es un ejercicio estratégico.
Primero, conviene definir la estructura:
- Datos personales al principio. Nombre, teléfono, correo y si se quiere, el perfil de LinkedIn.
- Experiencia laboral. Siempre en orden descendente, con logros concretos y no solo tareas.
- Formación académica. Incluyendo fechas e instituciones.
- Habilidades para CV. Que sumen valor para el puesto: desde idiomas hasta manejo de herramientas digitales.
- Aptitudes para CV blandas. Como la organización o la adaptabilidad, son clave en cualquier rubro.
- El formato importa. Que sea limpio, profesional, fácil de leer. Arial o Calibri, tamaño 11 o 12, márgenes claros. El contenido, breve y al grano. Usá verbos de acción. Nada de textos eternos ni frases de relleno.
En 2025, también hay que estar atento a las nuevas formas: el video CV viene creciendo, sobre todo en áreas creativas o tecnología. Es una oportunidad para mostrar carisma y comunicar bien en pocos minutos.
Y si querés ir más allá, siempre suma tener un perfil de LinkedIn completo, coherente con el CV, y con validaciones o recomendaciones que le sumen peso real a tu perfil profesional.
¿Qué habilidades debe incluir un CV?
Cuando se habla de habilidades en un CV, se está hablando del combo que te hace destacar. No es solo saber usar un programa o tener un buen nivel de inglés. Es también cómo te movés con un equipo, cómo resolvés un problema o cómo enfrentás situaciones bajo presión.
Por eso, conviene dividirlas:
- Habilidades blandas (soft skills): Trabajo en equipo, empatía, escucha activa, pensamiento crítico. En Argentina, muchas veces esto pesa tanto como el conocimiento técnico.
- Habilidades duras (hard skills): Herramientas específicas según el rubro. Excel avanzado, diseño gráfico, SAP, idiomas, redacción SEO, lo que sea relevante para ese puesto.
- Habilidades transferibles: Son esas que no importan de qué rubro venís, siempre suman. Comunicación escrita, gestión del tiempo, liderazgo.
Estas son las que muestran valor real. Se notan en los logros que uno cuenta y en cómo se presentan. Vale la pena leer bien la descripción del puesto y adaptar el CV usando las habilidades para CV que pide el aviso. Así, el contenido se vuelve más relevante y atractivo.
¿Cuáles son las aptitudes que debe incluir el CV?
A diferencia de las habilidades (que se aprenden), las aptitudes hablan de lo que una persona ya trae: su forma de ser, sus rasgos más naturales o desarrollados con el tiempo.
Algunos ejemplos de aptitudes para CV que siempre suman en el mercado argentino:
- Personales: Puntualidad, compromiso, honestidad, predisposición, responsabilidad.
- Profesionales: Orientación a resultados, atención al detalle, capacidad de análisis, tolerancia a la presión, resolución de conflictos.
Incluir estas aptitudes es especialmente útil cuando el CV no tiene tanta experiencia laboral. Hablan de potencial. Y muchas veces, los reclutadores valoran más eso que una lista de títulos.
¿Cómo redactar los objetivos para el CV?
El objetivo profesional es como el titular de una noticia. Tiene que enganchar, ser claro, mostrar qué busca la persona y qué valor tiene para la empresa. Un objetivo para CV mal escrito, genérico o demasiado vago, hace que el CV pase al montón. En cambio, uno concreto y bien pensado puede captar la atención de inmediato.
Veamos algunos ejemplos:
- Ejemplo 1: “Busco desarrollar estrategias digitales creativas en una agencia dinámica, aplicando mis conocimientos en campañas pagas y análisis de métricas para potenciar la visibilidad de marca.”
- Ejemplo 2: “Sumarme a un equipo administrativo donde pueda aplicar mi experiencia en facturación, atención al cliente y optimización de procesos internos.”
La clave está en adaptarlo a cada postulación. Nada de copiar y pegar el mismo objetivo en todos los CVs. El objetivo tiene que hablarle al puesto, no a cualquiera.
¿Qué poner en un CV sin experiencia?
No tener experiencia laboral no es un problema si el CV está bien enfocado. Todo lo que suma, aunque no sea un trabajo formal, vale: voluntariados, cursos, pasantías, proyectos académicos o personales.
Algunos consejos útiles para quienes arman su primer CV:
- Formación: Destaca todo lo que estudiaste, aunque sea un curso corto.
- Proyectos personales: Si hiciste un emprendimiento o colaboraste en algún proyecto, contalo.
- Idiomas y herramientas: Mostrar que tenés conocimientos concretos, aunque no los hayas aplicado aún.
- Aptitudes para CV que demuestren actitud y compromiso: organización, disciplina, ganas de aprender.
Y no te olvides: una buena carta de presentación puede marcar la diferencia. Ahí podés explicar quién sos, qué te interesa y por qué querés empezar a trabajar en ese rubro.
¿Cómo los recursos humanos gestionan un CV?
Por otro lado, en recursos humanos, el CV es la primera herramienta para filtrar. En empresas chicas, todavía se revisan uno por uno. En las grandes, ya se usan sistemas de filtrado automáticos.
- Por eso, es importante que el CV tenga las palabras clave del aviso. Así puede pasar ese primer escaneo automático, algo que muchas veces se pasa por alto.
- Una vez superado ese filtro, el equipo de RRHH evalúa más a fondo: formación, trayectoria, logros, estilo de comunicación… y si todo encaja, llega la entrevista.
Por eso, el CV tiene que ser estratégico. Breve pero sustancioso. Claro, pero con contenido real. Y sobre todo, adaptado a cada postulación.
En resumen:
El CV sigue siendo el primer paso para conseguir trabajo, y en 2025, no hay margen para improvisar. Saber cómo hacer un CV que funcione, con objetivos para CV bien escritos, aptitudes para CV alineadas al perfil, y habilidades para CV claras y actualizadas, puede ser lo que abra la puerta al puesto que se está buscando.
Y si hay algo que el mercado argentino valora cada vez más es la autenticidad. Un buen CV no se trata de inflar logros ni de parecer perfecto. Se trata de contar con claridad quién sos, qué hiciste y qué podés aportar.