Honorarios: ¿Qué es? ¿Cómo funciona?

Tabla de contenidos

  1. ¿Qué son los honorarios en Chile?
  2. ¿Cuáles son los objetivos de los honorarios?
  3. ¿Cómo funciona trabajar por honorarios?
  4. ¿Cuál es la ley de honorarios en Chile?
  5. Cuando se trabaja por honorarios, ¿cuáles son las ventajas y desventajas?
  6. ¿Qué derechos tiene un trabajador por honorarios?
  7. ¿Cómo se establece un contrato a honorarios?
  8. ¿Cuánto se debe pagar de impuestos si se trabaja por honorarios?
  9. ¿Qué pasa si despiden al trabajador y está por honorarios?
  10. ¿Cuál es la diferencia entre sueldo y honorarios?
  11. ¿Cuáles son los beneficios de los honorarios?
  12. ¿Cómo los recursos humanos gestionan los honorarios?
  13. ¿Cómo los recursos humanos deben actuar en caso de conflictos con trabajadores a honorarios?
  14. ¿Cuál es el papel de la tecnología en la gestión de honorarios?

En el mundo laboral chileno, es común encontrarse con un modelo que, aunque no se enmarca dentro del contrato tradicional, tiene un rol protagónico en muchas organizaciones: los honorarios. Esta fórmula de colaboración ha ido ganando terreno, sobre todo cuando se trata de contratar servicios de especialistas o profesionales independientes sin tener que establecer un vínculo de subordinación.

Para quienes lideran equipos o gestionan personas, entender cómo funcionan los honorarios no es un tema menor. Se trata de una modalidad con aristas legales, tributarias y operativas que pueden impactar directamente en la estrategia de contratación, el presupuesto y hasta en la cultura organizacional. Por eso, vale la pena detenerse a revisar con lupa qué implica, cómo se regula y en qué escenarios puede marcar la diferencia.

¿Qué son los honorarios en Chile?

En términos prácticos, cuando alguien recibe un pago por prestar un servicio de forma autónoma, sin estar bajo las órdenes del contratante ni cumplir horarios fijos, se está hablando de honorarios. Es decir, la persona no está sujeta a un contrato de trabajo típico, sino que opera bajo un acuerdo civil entre partes.

Ahora bien, hay que tener presente que esta figura no viene con los mismos derechos que tiene un trabajador dependiente. No hay vacaciones pagadas, seguro de cesantía ni indemnización por despido. Pero desde 2018, las reglas cambiaron: quienes trabajan bajo esta modalidad están obligados a cotizar, lo que trajo consigo una serie de ajustes que aún generan dudas en más de alguna empresa.

Desde la mirada de recursos humanos, este esquema ofrece una alternativa útil cuando se busca externalizar servicios especializados, sin necesariamente aumentar la dotación permanente ni asumir costos laborales que pueden ser altos en contextos formales. Eso sí, se debe usar con criterio, porque no siempre es la vía más eficiente a largo plazo.

¿Cuáles son los objetivos de los honorarios?

Cuando se recurre a este tipo de contratos, no es solo por costumbre. Hay razones de fondo que lo justifican, tanto del lado de quien contrata como de quien presta el servicio:

Flexibilidad en la gestión

Permite adaptar el trabajo a proyectos específicos, sin comprometerse con un vínculo permanente. En momentos de incertidumbre o cuando se necesita una respuesta rápida, esta libertad puede marcar la diferencia.

Ahorro en costos laborales

Al no existir contrato laboral, la empresa no asume gastos como licencias, cotizaciones del empleador ni indemnizaciones. Para algunos modelos de negocio, ese ahorro resulta estratégico.

Acceso a expertos

Muchas veces se requiere la visión de un especialista, pero solo por un período breve. Con los honorarios, se puede contar con ese conocimiento sin tener que sumarlo al equipo de forma indefinida.

Autonomía profesional

Desde el lado del trabajador, esta modalidad permite seleccionar proyectos, organizar tiempos y mantener independencia. Es atractiva para consultores, asesores y personas que valoran la libertad laboral.

En definitiva, desde RRHH, esta opción permite responder a necesidades puntuales del negocio con agilidad, sin desbordar la estructura ni comprometerse más allá de lo necesario.

¿Cómo funciona trabajar por honorarios?

Cuando alguien presta servicios por honorarios, no está amparado por el Código del Trabajo. Acá manda el Código Civil, lo que se traduce en un tipo de relación entre partes más informal y flexible, pero también más riesgosa si no se gestiona bien.

Para cobrar, se emite una boleta de honorarios. Este documento, fiscalizado por el Servicio de Impuestos Internos (SII), tiene una retención obligatoria, que luego se ajusta en la Operación Renta de cada año. Así se cumple con las obligaciones tributarias.

Eso sí, todo recae sobre los hombros del prestador del servicio. Llevar un control de las boletas, ordenar los ingresos, y prever los pagos futuros es clave. Hoy existen herramientas (desde el mismo sitio del SII hasta softwares de gestión) que permiten ordenar esta parte, aunque no todos las utilizan.

Desde la empresa, lo que importa es verificar que se trate efectivamente de un servicio externo, sin rasgos de subordinación. Porque si se parece demasiado a una relación laboral tradicional, podrían generarse problemas legales o incluso multas.

¿Cuál es la ley de honorarios en Chile?

No hay una sola ley que lo explique todo, pero sí varias normativas que, en conjunto, delinean cómo funciona este sistema. Lo básico está en el Código Civil y en la Ley sobre Impuesto a la Renta, que define las boletas y su tributación.

Pero lo que marcó un antes y un después fue la Ley N° 21.133. Esta norma impuso la cotización obligatoria para quienes emiten boletas de honorarios. Así, se les abrió la puerta a sistemas como Fonasa, AFP, seguros de invalidez y hasta la Ley Sanna. La idea era protegerlos mejor, aunque el cambio no fue recibido con entusiasmo por todos.

El SII se encarga de fiscalizar que se cumpla con estas nuevas reglas. Por eso es recomendable, tanto para quienes prestan servicios como para quienes los contratan, mantenerse al día con las actualizaciones que aparecen en su sitio web. Ignorarlas puede salir caro.

Cuando se trabaja por honorarios, ¿cuáles son las ventajas y desventajas?

Como todo modelo, este también tiene luces y sombras. No es para todos, ni en todas las situaciones.

Ventajas

  • Manejo del tiempo: La persona define cuándo y cómo trabajar.
  • Autonomía real: No hay jefes ni estructuras que manden.
  • Libertad comercial: Se puede trabajar con varios clientes al mismo tiempo.

Desventajas

  • Inestabilidad: No hay contrato ni seguridad de continuidad.
  • Sin beneficios formales: No se accede a licencias, feriados ni seguro de cesantía.
  • Carga tributaria: Las cotizaciones y pagos al SII corren por cuenta propia.

¿Y cómo se mitigan estos puntos débiles?

Algunas estrategias útiles incluyen:

  • Armar un colchón financiero que cubra meses con menos ingresos.
  • Contratar seguros voluntarios (como salud o APV).
  • Diversificar la cartera de clientes para no depender de uno solo.

Con una planificación inteligente, este modelo puede ser una excelente herramienta de independencia laboral.

¿Qué derechos tiene un trabajador por honorarios?

Aunque no estén amparados por el Código del Trabajo, hay algunos resguardos que se han ido sumando con el tiempo.

Por ejemplo, hoy están cubiertos por el Seguro contra Accidentes del Trabajo y Enfermedades Profesionales. Eso les permite, ante un incidente laboral, acceder a atención médica y compensaciones, algo impensado hace unos años.

También pueden acceder a la Ley Sanna, que otorga licencias para cuidar hijos con enfermedades graves. Y al cotizar, pueden optar por Fonasa o Isapres como cualquier trabajador dependiente.

Otro punto no menor: tienen el derecho (y la obligación) de emitir boletas electrónicas, lo que los posiciona formalmente ante el SII. Esto también facilita el acceso a créditos, ya que los bancos valoran ese tipo de respaldo documental.

¿Cómo se establece un contrato a honorarios?

Si bien la ley no obliga a tener un contrato por escrito, dejar todo “de palabra” no es la mejor idea. En la práctica, un documento bien hecho puede evitar más de un malentendido.

Elementos clave que debería incluir:

  • Datos completos de ambas partes como nombre, Rol Único Tributario (RUT).
  • Detalle de lo que se va a hacer, sin ambigüedades.
  • Fechas claras de inicio, duración y entrega del servicio.
  • Monto a pagar, forma y plazos de pago, con mención a la retención.
  • Condiciones adicionales: cláusulas de confidencialidad, solución de conflictos, etc.

Contar con un contrato da un marco de certeza. Protege a ambas partes y evita que, ante un conflicto, se termine discutiendo sobre cosas que nunca se dejaron por escrito.

¿Cuánto se debe pagar de impuestos si se trabaja por honorarios?

Cuando una persona presta servicios sin contrato de trabajo y emite boletas, automáticamente entra en el régimen del Impuesto de Segunda Categoría. Acá no hay mucha vuelta: el porcentaje actual de retención es del 14.5% sobre el total bruto de la boleta, y ese monto lo descuenta directamente la empresa o persona que contrata, para luego informarlo al SII.

Eso no es todo. En abril, durante la Operación Renta, el trabajador tiene que presentar su declaración anual. En esa instancia, el monto retenido puede ajustarse (a veces sobra, otras falta) dependiendo de los gastos aceptados por ley o si existen deducciones específicas aplicables.

Para quienes están en este modelo, es clave no improvisar. Existen herramientas en el sitio del SII que permiten proyectar los pagos y revisar si la retención mensual va bien encaminada. También es frecuente, especialmente entre profesionales independientes con ingresos variables, que se apoyen en contadores para optimizar su carga tributaria. A fin de cuentas, una buena gestión puede marcar una diferencia real en lo que se paga (o se recupera) cada año.

¿Qué pasa si despiden al trabajador y está por honorarios?

Acá hay que aclarar algo que muchas veces se confunde. Si se corta un contrato de este tipo, legalmente no se habla de despido. No hay vínculo laboral en los términos que establece el Código del Trabajo, así que la relación se termina simplemente porque una de las partes lo decide —siempre dentro de lo acordado en el contrato.

Ahora, si en la práctica la relación funcionaba como un trabajo dependiente (con horarios, reportes a un jefe, uso de infraestructura de la empresa) entonces sí puede abrirse una discusión. En esos casos, el trabajador puede acudir a la Inspección del Trabajo o a tribunales y pedir que se reconozca la existencia de un contrato laboral encubierto. Eso cambia el panorama completamente, ya que habilitaría el cobro de indemnizaciones.

Desde la gestión de personas, es clave revisar que estos vínculos no caigan en zonas grises. Si el contrato de honorarios es legítimo, conviene que ambas partes lo respeten tal como fue pactado, para evitar reclamos posteriores. Y si hay una terminación abrupta, incluso sin estar obligados, muchas empresas optan por negociar una compensación que evite conflictos mayores.

¿Cuál es la diferencia entre sueldo y honorarios?

Hay matices importantes entre una cosa y la otra, y no solo desde lo legal. Son modelos distintos, pensados para situaciones distintas.

  • Naturaleza del ingreso: El sueldo es un pago regular, mensual, bajo una relación formal de trabajo. En cambio, los honorarios surgen de un acuerdo por servicios puntuales, sin vínculo de dependencia.
  • Vínculo contractual: Uno se rige por el Código del Trabajo; el otro, por el Código Civil.
  • Beneficios sociales: El sueldo viene con vacaciones, licencias médicas, seguros, etc. En honorarios, eso no existe. Aunque desde la Ley N° 21.133, los trabajadores deben cotizar por su cuenta.
  • Impuestos: En el caso del sueldo, el empleador retiene automáticamente el impuesto a la renta. En los honorarios, el propio trabajador emite la boleta y aplica la retención correspondiente, que hoy ronda el 13%.

En resumen, no es que uno sea mejor que el otro. Todo depende del tipo de relación, el objetivo del vínculo y lo que convenga en términos estratégicos para cada empresa o proyecto.

¿Cuáles son los beneficios de los honorarios?

Aunque no estén exentos de desafíos, trabajar bajo esta figura tiene ciertos atractivos que explican su popularidad en muchos sectores.

  • Horarios a medida: No tener jornada fija permite que la persona organice su tiempo según prioridades propias o familiares.
  • Autonomía real: Quien trabaja por honorarios decide cómo y cuándo realizar el servicio, sin supervisión directa.
  • Diversificación: Se puede trabajar para más de un cliente a la vez, lo que, bien gestionado, puede ser una gran estrategia para mantener ingresos estables.

Eso sí, este formato requiere responsabilidad. El trabajador debe hacerse cargo de sus pagos previsionales, gestionar sus impuestos y prever que no habrá licencias ni indemnizaciones en caso de término. Por eso, tanto desde la empresa como desde el lado del profesional, conviene evaluar si este modelo calza bien con los objetivos de ambas partes.

¿Cómo los recursos humanos gestionan los honorarios?

En empresas donde conviven contratos laborales con prestadores externos, los recursos humanos juegan un rol crucial en ordenar esta dinámica. No se trata solo de firmar acuerdos y pagar boletas: hay varios frentes que cuidar.

Procedimientos para la contratación y pago de honorarios

Lo primero es dejar claro el alcance del servicio: qué se espera, en qué plazos y por cuánto. Esa claridad evita malentendidos y alinea expectativas. Luego viene la parte formal: que la persona emita boleta de honorarios y que la empresa retenga y declare el porcentaje exigido por el SII.

El error común es tratar estos pagos como si fueran “por fuera”. Pero legalmente, están fiscalizados, y su mal manejo puede derivar en sanciones. Por eso, RRHH debe asegurarse de que cada paso cumpla con la normativa vigente.

Gestión de la documentación y el cumplimiento normativo

Tener los papeles en orden es más que una buena práctica. Es una necesidad. Contratos detallados, registro de boletas, comprobantes de pago y constancias de retención deben estar disponibles y actualizados. Además, hay que verificar que el trabajador esté cotizando correctamente, según exige la Ley N° 21.133. No basta con que se emita la boleta; hay que mirar más allá.

Comunicación y coordinación con los trabajadores por honorarios

Otro punto sensible es cómo se transmite la información. Muchas veces, las dudas vienen por desconocimiento: qué cubre la cotización, por qué se retiene un porcentaje, cómo se puede acceder a beneficios previsionales… Si RRHH no se adelanta a aclarar esto, se corre el riesgo de generar tensiones innecesarias. Un buen canal de comunicación hace la diferencia.

¿Cómo los recursos humanos deben actuar en caso de conflictos con trabajadores a honorarios?

Cuando hay diferencias (ya sea por pagos atrasados, servicios no entregados o interpretación del contrato) lo más sano es tener un protocolo claro.

Lo ideal es que exista un mecanismo interno que permita abordar el conflicto de forma estructurada. Documentar todo, desde el inicio del vínculo, facilita mucho las cosas si se necesita probar algo o llegar a un acuerdo.

La experiencia muestra que, en estos casos, más vale prevenir. Contar con buenas prácticas contractuales y mantener un tono profesional (pero humano) puede evitar que una diferencia puntual se transforme en un conflicto mayor.

¿Cuál es el papel de la tecnología en la gestión de honorarios?

La digitalización llegó también a esta área, y no es menor. Existen plataformas que permiten automatizar desde la generación de boletas hasta el cálculo de las retenciones, pasando por la gestión de pagos y los reportes tributarios.

Además, los sistemas de gestión documental ayudan a mantener un historial ordenado, accesible y seguro. Para las empresas, esto reduce el margen de error, mejora la trazabilidad y asegura el cumplimiento legal.

En definitiva, una gestión bien aceitada de los honorarios (apoyada en tecnología, buenas prácticas y una comunicación clara) puede convertirse en una ventaja competitiva. Porque en tiempos donde la flexibilidad manda, saber administrar correctamente este tipo de vínculos es parte del trabajo estratégico de cualquier área de personas.

  • Tags:
  • Artículo
  • Salario

¿Te gustó el artículo? Regálanos un aplauso

¿Te gustó el artículo?
Regálanos un aplauso

0
Anterior:

Recursos

Exento: ¿Qué es? ¿Cómo se aplica? En el mundo laboral chileno, es común encontrarse con un ...
Siguiente:

Recursos

Indemnización: ¿Qué es? ¿Cómo se paga? En el mundo laboral chileno, es común encontrarse con un ...


This will close in 0 seconds



This will close in 0 seconds

This will close in 0 seconds



This will close in 0 seconds



This will close in 0 seconds



This will close in 0 seconds

This will close in 0 seconds

This will close in 0 seconds

This will close in 0 seconds

This will close in 0 seconds

This will close in 0 seconds

This will close in 0 seconds


This will close in 0 seconds


This will close in 0 seconds

This will close in 0 seconds

This will close in 20 seconds

This will close in 20 seconds

This will close in 120 seconds

This will close in 120 seconds

This will close in 203 seconds

This will close in 0 seconds

This will close in 0 seconds