Para empezar un negocio no existe una fórmula mágica, pero sí que hay un patrón de cosas bastante importantes que debes realizar -o al menos tomar en cuenta- antes de darle forma a tu idea de negocio.
Conoce tus debilidades y fortalezas
Lo primero que debes tener en claro son tus capacidades personales. No todos somos buenos en las mismas áreas: algunos tenemos grandes dotes de ideación y creatividad, mientras que otros son mejores con los temas logísticos, contables. En fin, cada emprendedor tiene un punto fuerte que debe aprender a explotar.
A su vez, debes conocer tus debilidades, ya que ésta es la única forma de establecer los límites entre lo que puedes y no puedes hacer. Para estas últimas, siempre es bueno buscar un socio y equipo de trabajo que complementen tus flaquezas, pues el trabajo en equipo es de suma importancia también.
El emprendimiento se basa en crear soluciones a problemas del mundo
Entendiéndote mejor a ti, y habiendo conformado ya un equipo ganador, debes pasar a la etapa de ideación. El truco para encontrar una idea de negocios viable es primero ver qué problemas hay en el mundo: un problema es una oportunidad, pues si logras crear una solución para éste, el camino al éxito será mucho más claro. Preocúpate por desarrollar soluciones a problemas que la gente quizás ni siquiera se da cuenta que tiene, y el dinero comenzará a llegar. El siguiente paso sería conocer a tu mercado objetivo.
Entiende a tus clientes
El conocimiento es poder y entender a tus clientes te dará una ventaja competitiva (porque siempre habrá competencia). Además, rodéate de contactos, haz networking con personas que se muevan en el nicho de tu interés, pues los contactos son un aliado de altísimo valor.
Por último, asegúrate de ser disciplinado, responsable y comprometido con tu proyecto. Contagia tus valores al resto de tu equipo y haz que los objetivos, misión y visión de tu empresa sean comprendidos y aplicados por tus compañeros.