El ser humano constantemente está en la búsqueda de nuevas oportunidades
para crecer personal y profesionalmente y siempre ha buscado la manera de superar
los obstacúlos y luchar por lo que se desea conseguir. Pero, ¿qué pasa cuando
sientes que tus esfuerzos no son recompensados de la manera en que deberían?
Así es cómo se siente una gran parte del sector trabajador femenino, puesto que
no es un secreto para nadie la brecha salarial presente en muchos países, tanto
en América Latina, como en Europa o Norte América.
A pesar de los esfuerzos realizados por las mujeres, el incremento de
popularidad del movimiento feminista durante los últimos años y su intento de
buscar equidad de género en diversos aspectos de la vida; la igualdad salarial entre
géneros no ha sido uno de los puntos con mayor avance. Dependiendo del sector
de trabajo en el que las personas se desenvuelvan, si el trabajo es a distancia
o presencial y el país en el que se encuentren, la brecha puede llegar a ser
mayor o menor, sin embargo suele ser muy evidente.
Equilibrio entre la vida personal y laboral
Se encontró que las personas que ganan mayor salario, ya sea hombre o
mujer, son las que trabajan a distancia a veces. Sin embargo, aunque los
ingresos para hombres y mujeres siguiendo esta metodología de trabajo aumentan,
la brecha salarial persiste, pues sigue habiendo un porcentaje más elevado de
hombres con posibilidad de ganar un salario mayor.
Entonces nos preguntamos, ¿Por qué incluso de este modo, sigue existiendo
la brecha? Pues a pesar de que la oportunidad de trabajar desde casa, es posiblemente
un beneficio que se ofrece a los trabajadores de mejor rendimiento o mayor confianza
que puede llevar a una recompensa mayor, tristemente para las mujeres que se
esfuerzan por dar su mayor desempeño laboral, para la sociedad, las mujeres aún
son vistas como personas mucho mas familiares o dedicadas al hogar, lo que
puede desarrollar de manera inconsciente por parte de los reclutadores o
gerentes, una visión distorsionada del sector trabajador femenino.
Cuando un trabajador masculino trabaja desde casa, podria asumirse que se
debe a querer aumentar su eficiencia, por mayor comodidad y también por el
equilibrio entre la vida personal y laboral. Mientras que las mujeres que
deciden trabajar a distancia podrían ser tomadas como personas que le dan mayor
prioridad a su hogar o asuntos familiares, que a su trabajo, sobre todo cuando
la trabajadora es madre.
Tiempos para la desaparición de la brecha salarial
El Día de la Igualdad Salarial es calculado como la cantidad de dias extra
que debe trabajar una mujer, para ganar la misma cantidad de dinero que un
hombre generó en el año anterior. Sólo en Estados Unidos ese día fue calculado
para el 10 de Abril en el año 2018, mientras que para el año 2019, fue el 2 de
Abril, esto podría ser un pequeño indicador de que las cosas están cambiando o que
están mejorando poco a poco. Sin embargo, la disminución de la brecha a este
paso hasta quedar casi eliminada, sería un proceso largo.
Según un estudio realizado por el Foro Económico Mundial, se calcula que
dentro de 217 años las mujeres finalmente llegarán a ganar la misma cantidad de
dinero que los hombres y recibirán el mismo reconocimiento, lo cual claramente
es demasiado tiempo y se deben tomar acciones para que la desigualdad deje de
existir antes de lo previsto.
Otro estudio realizado por Owllabs en el que se estudiaron los nieveles de
ingreso de hombres y mujeres que trabajan remoto, encontró que las mujeres
ganan un 25% menos que sus contrapartes masculinas en esta modalidad de
trabajo.
Estadísticas para Latinoamérica
El sector trabajador femenino de América Latina gana 17% menos salario que
el trabajador promedio masculino por hora de trabajo, esto según la
Organización Internacional del Trabajo (OIT). Este dato se revela en el estudio
realizado en el cual asegura esta gran brecha salaria existente entre ambos
sexos.
Los datos anteriores son
respaldados por la organización en su informe anual de presupuestos de
trabajadores del año 2018 y 2019, que nos muestra que los países en Latinoamérica
con un menor espacio de diferencia son: Ecuador con un aproximado del (1.8%),
el Salvador con un asombroso (4.6%), Costa Rica (7.8%) y el mayor de todos Perú
con una asombrosa cifra de casi 10% (9.2%), Panamá (-0.7%), como el único país
en donde, de hecho, la brecha salarial es ligeramente ventajosa para la
población de trabajo femenina
Y los países con mayor brecha
salarial mensual: Argentina (25%), Uruguay (23%), Chile (21.6%), México
(20.2%), Brasil, (20.1%) y Paraguay (12.3%).
Con estos valores se observa
que, aunque la brecha salarial es bastante baja en ciertos países, aún existe
una diferencia demasiado grande en la mayoría de ellos. Tal es el caso de
Argentina, que particularmente es el país con mayor desigualdad salarial, aún cuando el movimiento
feminista ha estado trabajando de manera activa y ha sido uno de los países con
mayor representación de protestas y lucha por la igualdad de género en diversos
sentidos.
Si aún quedan dudas de porqué
es tan importante eliminar la brecha salarial, recordemos que eliminar o
reducir notoriamente la brecha:
- Incrementa
la independencia financiera de las mujeres y mejora su condición, con la misma
cantidad de oportunidades que cualquier hombre.
- Disminuye
la posibilidad de que las mujeres y sus familias o personas a cargo caigan en
la pobreza (o la impulsen a salir de ella).
- Aseguraría
a las mujeres un colchón de seguridad después de la jubilación.
Si bien hay muchas razones de
distinta índole, difíciles de controlar por la cual existe esta brecha, es
momento de empezar a construir un camino que permita seguir acortando las diferencias
salariales entre hombres y mujeres con la misma capacidad en trabajos iguales o
similares.
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