Tabla de contenidos
- ¿Qué es un plan de incentivos?
- Importancia del plan de incentivos
- ¿Qué tipos de incentivos hay?
- ¿Cómo elaborar un plan de incentivos?
Cuando todos los trabajadores de una compañía dan lo mejor de sí, es posible asegurar el éxito empresarial. Sin embargo, muchas veces el estrés laboral, los problemas de la vida personal y el cansancio pueden desmotivar a los trabajadores y derivar en una baja productividad. Muchos de esos factores están fuera de tu control y también del de tus empleados, pero la solución puede ser más sencilla de lo que crees.
En este artículo hablaremos de la importancia de ofrecer un sistema de incentivos como el mejor medio para generar interés en el espacio de trabajo y crear buenas expectativas en tus empleados sobre tu empresa.
¿Qué es un plan de incentivos?
Un plan de incentivos es un programa que busca retribuir a los colaboradores de una organización por sus esfuerzos. Estos incentivos tienen que estar diseñados para los perfiles de los trabajadores y motivarlos a cumplir con objetivos específicos, métricas predefinidas o expectativas claras.
Estos beneficios generalmente son adicionales a los pagos que recibe un colaborador por realizar sus labores, por lo que a veces entran en la categoría de prestaciones.
Importancia del plan de incentivos
Los planes de incentivos son, naturalmente, programas de especial interés para los trabajadores. Todos apreciamos recibir bonos, premios o recompensas por cumplir con un objetivo. Sin embargo, las empresas también pueden obtener grandes beneficios al ofrecer este tipo de beneficios a los empleados. Por ejemplo:
- Mejoran la productividad, ya que los empleados estarán dispuestos a dar más de sí, mejorar su rendimiento o trabajar más tiempo con el fin de obtener una ganancia extra o un beneficio en el trabajo.
- Elevan la moral, pues crean ambientes de sana competencia e, incluso, pueden diseñarse para que los obtenga el grupo, por lo que tus empleados se sentirán impulsados a ayudar a sus compañeros.
- Atrae talentos, debido a que este tipo de programas inciden en la percepción pública de tu marca, tanto para clientes como para candidatos de trabajo en el mercado laboral. Estos incentivos pueden llevar a un prospecto a elegir tu oferta laboral.
- Fideliza al personal, pues no solo ayuda a retener al personal, sino a crear un sentimiento de seguridad, comodidad y posibilidad de crecimiento.
¿Qué tipos de incentivos hay?
Los incentivos son herramientas poderosas que las organizaciones utilizan para motivar y recompensar a sus empleados. Pueden ser tanto intrínsecos (satisfacción personal, reconocimiento) como extrínsecos (recompensas materiales). A continuación, te presentamos algunos:
- Individuales: Son aquellos que los empleados deben perseguir de manera personal. Son excelentes para crear ambientes competitivos en los que se evalúe el desempeño de cada elemento.
- Colectivos: Se ofrecen al trabajo en equipo y en el que todos los miembros ganan las recompensas. Son buenos medios para fomentar la colaboración. Prestaciones colectivas, como vales de despensa o tarjetas de descuentos, son muy apreciadas.
- Materiales: Se dan en la forma de premios, como dispositivos electrónicos u otros regalos, que llamen la atención de la plantilla. Si no es así, los trabajadores no sentirán interés por competir o alcanzar los objetivos.
- Morales: Estos incentivos no tienen un valor material, pero pueden ser realmente eficaces para elevar la moral del equipo. Comidas con el jefe, reconocimientos y días libres son buenos ejemplos de ellos.
- Económicos: Probablemente sean los más comunes; pueden ser un bono de productividad, comisiones extras o pagos por hora trabajada. Ciertamente, son los que mayor interés crean en los empleados.
- En especie: A veces una recompensa en especie puede ser más codiciada que un pago en efectivo, ya que muchas personas podrían no querer gastar ese dinero en una comida elegante o un viaje, pero estarán dispuestas a competir para ganarlo como estímulo.
- Parciales: Son pequeños incentivos que conformarán un premio total. Esto hace que se pueda extender la competencia y el trabajo a lo largo de mucho tiempo y generar mayor expectativa en los empleados. Los rallyes son un buen ejemplo de esto.
- Totales: Son recompensas o premios únicos que los trabajadores obtendrán al cumplir con lo establecido. Estas retribuciones elevan la sensación de competencia.
¿Cómo elaborar un plan de incentivos?
Un plan de incentivos bien diseñado puede ser una herramienta poderosa para motivar a los empleados, aumentar la productividad y mejorar el desempeño general de una empresa.
- Define el objetivo. Antes de ofrecer recompensas tienes que considerar qué quieres obtener y en cuánto tiempo.
- Evalúa tu presupuesto. Solo así podrás saber qué le puedes ofrecer a tu equipo y ponerlo en equilibrio con las metas que esperas que cumplan.
- Conoce a tu equipo. Así sabrás exactamente qué es lo que quiere: bonos, premios, días de descanso obligatorio o, incluso, aumentos.
- Establece la metodología. Es importante crear un documento en donde estipules las condiciones y términos del plan. Así todos sabrán qué, cómo y cuándo realizar las acciones para obtener el incentivo.
Te recomendamos que antes de implementar un plan de incentivos en tu empresa trabajes en crear una sólida cultura dentro de tu empresa. Esto te ayudará a evitar problemas entre tus colaboradores, los altos niveles de competitividad o una percepción de favoritismo.
Es importante que tus equipos de trabajo laboren de forma colaborativa y tengan un buen equilibrio entre su vida profesional y profesional, a fin de evitar que los incentivos generan emociones negativas o estrés entre ellos. Solo de este modo, un programa de incentivos contribuirá positivamente al desarrollo de tus empleados.
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