Es probable que la transición a las oficinas sea lenta, desigual y muy cautelosa debido a muchos factores como las restricciones de salud pública y del gobierno, el cierre de escuelas y guarderías y, sobre todo, las perspectivas de una segunda y posiblemente incluso más letal, ola del coronavirus.
Mucho depende de la disponibilidad y precisión de las pruebas de virus y anticuerpos. En Estados Unidos comentan que las pruebas de anticuerpos o serológicas pueden mostrar quién ha desarrollado una respuesta inmune a la enfermedad y así sea un factor para decidir quiénes pueden volver a trabajar de manera segura. Aún así existen dudas sobre la precisión de estas pruebas.
Muchas empresas ya están comenzando activamente a prepararse para el eventual regreso de al menos algunos trabajadores de oficina que han estado trabajando de forma remota. Para esto están teniendo en cuenta diferentes factores como repensar los diseños de los pisos, escalonar los horarios de trabajo y realizar cambios que podrían afectar principalmente las relaciones con los empleadores, como el escaneo de temperatura a diario. Muchas de estas medidas fueron copiadas de las primeras acciones que se tomaron en cuenta en Asia para gestionar la adaptación al distanciamiento social en el lugar de trabajo.
Se espera contar con herramientas que permitan notificar rápidamente a los compañeros de trabajo cuando un empleado de la oficina ha sido infectado. PwC ha tenido conversaciones con más de 50 clientes sobre una nueva herramienta de rastreo de contactos para negocios que planeaba lanzar a principios de mayo.
La herramienta agrega una nueva aplicación o línea de código a las aplicaciones comerciales que los trabajadores ya tienen en sus teléfonos. Esta se ejecuta en segundo plano, utilizando señales Bluetooth o WiFi para catalogar los teléfonos de otros compañeros de trabajo que se acercan.
Cuando un trabajador informa sobre una prueba positiva de Covid-19, las personas autorizadas pueden identificar y notificar rápidamente a cualquier compañero con el que el empleado haya entrado en contacto para ayudar a parar un brote más amplio. Evitando así el largo proceso de entrevistar a los trabajadores pidiéndoles que recuerden sus interacciones. El rastreo solo funciona en propiedades corporativas, no recopila datos de ubicación y solo ciertos gerentes pueden acceder a él, dijo PwC.
Aunque no se sabe cómo puedan reaccionar los empleados, se cree que no se negarán porque muchos de ellos tienen miedo a volver a los lugares de trabajo. Aquí te mencionamos algunas medidas que están tomando diferentes empresas:
- Amazon, trasladó a un equipo de especialistas de sus trabajos diarios para trabajar en una iniciativa de prueba, ensamblando equipos para construir su primer laboratorio con la esperanza de comenzar a probar “un pequeño número de empleados de primera línea pronto”.
- Goldman Sachs está considerando agregar escáneres infrarrojos de temperatura corporal en algunas oficinas, junto con kits de prueba del virus y anticuerpos para los empleados una vez que estén más disponibles y considerando también que no afecten a los trabajadores de atención médica que son los que más necesitan en este momento.
- IBM empezó con el retorno de alguno de sus trabajadores de oficinas ubicadas en China y Corea del Sur. Priorizó el retorno a oficinas de aquellos que necesitan acceso a equipos o laboratorios en el lugar, decidieron escalonar horarios para que los ascensores no se llenen demasiado principalmente, eliminaron buffets y las herramientas de autoservicio que se compartían en cafeterías y también quitaron algunos muebles en salas de reuniones para poder cumplir con el distanciamiento social.
- Intel piensa incluir la distribución de máscaras, sistema de detección de síntomas, cierre de gimnasios en el lugar, limitación de asientos en cafés y ofrecerá también cubiertas de plástico desechables para teclados compartidos. Claro que el regreso será gradual, pero ya están manejando una limpieza más frecuente y visible durante el día y dejando de lado las limpiezas nocturnas. Todas estas medidas han ayudado a que los trabajadores se sientan más cómodos.
Es probable que a corto plazo las empresas adopten cambios rápidos que impliquen costos limitados:
- Asientos acordonados o retirados de las salas de conferencias para reducir aforo.
- Quitar puertas de las bisagras o abrirlas para evitar que los empleados toquen las manijas.
- Ampliar el espacio entre escritorios para mantener distancia entre los trabajadores. Este podría ser el mayor cambio en la oficina.
- Proporcionar mascarillas faciales más profundas.
- Implementar sistema para abrir puertas sin tener que manipular manijas.
- Desarrollar señales de mano o marcadores de espacios para que los compañeros de trabajo le recuerden a los demás que mantengan su distancia.
- Pensar en una señal universal que diga: “Estás demasiado cerca, necesito espacio”.
- Contar con escritorios más limpios, quitando cuadros o papeles del entorno para permitir limpiarlo con más facilidad.
Con el tiempo, se espera que el coronavirus altere las tendencias en el diseño de oficinas que han estado creciendo durante más de una década.
Por otro lado, muchos empleados han demostrado que pueden trabajar de manera efectiva desde su casa, y se espera que las empresas sigan permitiendo esta modalidad por más tiempo. Es probable que haya personas que no quieran regresar a las oficinas.