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Jubilación: ¿Qué es? y ¿En qué consiste?

Tabla de contenidos

El retiro laboral es una etapa que suele esperarse con cierta ilusión, pero también puede generar dudas razonables. Una de las más frecuentes gira en torno a cuántas semanas se necesitan para jubilarse. Y aquí no hay una única respuesta. Todo depende del régimen de pensiones en el que esté registrado cada colaborador.

Ahora bien, no todo se trata de cumplir con cierto número de semanas. También conviene tomar en cuenta las distintas modalidades de retiro y aprovechar herramientas como el tarjetón para jubilados. Esta herramienta digital, cada vez más usada, ayuda a consultar información clave sobre la pensión. Cuando se tiene una mirada más completa sobre estos temas, planear el retiro deja de parecer incierto y empieza a verse como un paso gestionable.

¿Qué es la jubilación?

La jubilación, dicho de manera sencilla, es el momento en que una persona deja de trabajar para siempre. Puede llegar porque ya se cumplió la edad que marca la ley o porque se alcanzaron los años de servicio necesarios. Desde ahí la persona tiene derecho a recibir una pensión. Ese dinero puede venir del IMSS, del ISSSTE, de una Afore o bien de los ahorros que se fueron juntando durante la vida laboral.

Más allá del dinero, la jubilación transforma la manera de vivir el tiempo. Puede ser la ocasión de retomar pasatiempos que quedaron guardados, de hacer ese viaje que se fue dejando para después o de compartir más con la familia. Claro que un retiro así solo se logra cuando hubo planeación financiera desde antes. Por eso conviene anticiparse y poner en orden estos temas mientras se está en la vida laboral activa. Esa preparación, al final, es la que marca la diferencia en la calidad de vida durante la vejez.

¿Cuál es la importancia de jubilarse?

Como se ha mencionado, la jubilación no solo es un trámite más. Representa un momento clave en la vida del trabajador. Es ese cierre formal después de años de entrega y compromiso. Pero también es una oportunidad para abrir una nueva etapa, sin la presión del horario ni las responsabilidades del día a día. Una etapa con espacio para proyectos personales, salud física y emocional.

De qué manera impacta esto en la vida de las personas:

  • Abre tiempo real para disfrutar
  • Contribuye al bienestar emocional
  • Permite descubrir nuevas pasiones
  • Refuerza relaciones personales y familiares
  • Mejora la percepción de realización personal
  • Garantiza un ingreso sin seguir en la actividad laboral

Desde la perspectiva empresarial, apoyar una jubilación digna también es un acto de reconocimiento a quienes dedicaron años a sumar valor dentro de la organización.

¿En qué consiste la jubilación?

En México, cuando se habla de jubilación, el punto es simple: la persona deja de trabajar para siempre y empieza a recibir una pensión. Con ese ingreso se busca que, aunque ya no haya actividad laboral, pueda mantener una vida estable y con dignidad.

Las fuentes que pueden financiar esa pensión son varias:

  • IMSS: Aplica si el trabajador estuvo en el sector privado. La pensión depende del salario promedio y de las semanas cotizadas.
  • ISSSTE: Aplica para trabajadores del Estado. Funciona de forma similar al IMSS, con sus propias reglas.
  • Afore: Quienes tienen cuenta de Afore pueden recibir una pensión adicional, dependiendo de cuánto se haya acumulado en ella.

Desde RRHH es importante tener mapeadas estas rutas, para poder orientar a cada empleado según su caso.

¿Cuáles son las modalidades de jubilación?

En México no hay una sola forma de jubilarse. Existen diferentes modalidades que buscan adaptarse a realidades diversas. Las principales son las siguientes:

  • Ordinaria: Se otorga al alcanzar la edad legal, que suele estar entre 60 y 65 años, con las cotizaciones mínimas requeridas.
  • Anticipada: Posible antes de la edad ordinaria, aunque con ciertas penalizaciones y requisitos.
  • Por invalidez: Cuando el trabajador ya no puede seguir laborando debido a una enfermedad o accidente, sin importar la edad.
  • Por años de servicio: Aplica cuando se han cumplido los años trabajados requeridos, sin depender de la edad.
  • Por cesantía en edad avanzada: Dirigida a quienes no llegaron a la jubilación ordinaria, pero sí tienen un mínimo de semanas acumuladas.

Desde RRHH, es clave saber orientar según cada tipo. No todos los casos requieren el mismo camino.

¿Cuál es la diferencia entre jubilarse y pensionarse?

Aunque en la práctica mucha gente las usa como sinónimos, jubilarse y pensionarse no son exactamente lo mismo.

La jubilación es ese momento en que la persona deja de trabajar de forma definitiva. Puede suceder porque ya alcanzó la edad que pide la ley o porque acumuló los años de servicio que corresponden. Después de eso viene la pensión, que es el ingreso para sostenerse en esa etapa sin actividad laboral. Ese dinero puede llegar del IMSS, del ISSSTE, de una Afore o incluso de otras fuentes que la persona haya preparado con anticipación.

Primero la persona se jubila. Y es a partir de ese momento cuando comienza a recibir la pensión. Puede sonar como un detalle menor, pero en realidad la diferencia tiene peso, sobre todo en lo legal y en lo administrativo.

¿Qué conviene más, pensionarse o jubilarse?

No hay una fórmula única. La decisión depende de la situación de cada persona, tanto en lo laboral como en lo financiero.

En teoría, jubilarse antes suena atractivo. Pero suele implicar recibir una pensión menor. Por otro lado, esperar para cumplir con más semanas cotizadas y más edad puede traducirse en una pensión más completa.

Para Recursos Humanos, esto representa un tema delicado pero estratégico. Acompañar a los colaboradores en este análisis puede marcar la diferencia. Un retiro con ingresos dignos tiene un impacto directo en el bienestar del extrabajador, y también en la reputación interna de la empresa.

¿Cómo influyen las semanas cotizadas en la edad y el monto de jubilación de un colaborador?

Las semanas cotizadas son, junto con el salario, la base del cálculo para cualquier pensión.

Mientras más semanas tenga una persona registradas, más cerca está de jubilarse, y más alta puede ser su pensión. Y al contrario: un número bajo de semanas puede posponer el retiro y reducir el ingreso mensual.

Además, esas semanas no se ven aisladas. Se cruzan con el salario base con el que se cotizó. Por eso, es importante que las empresas revisen de forma periódica cómo se está registrando a su personal. No solo por cumplimiento, sino por responsabilidad con sus equipos.

¿Cuántos años se tiene que trabajar para jubilarse?

Esto varía según el régimen y el año de nacimiento del trabajador. Aquí un resumen por institución:

IMSS (Ley 1973)

Edad: 60 años con 500 semanas

O bien: 65 años con 1,250 semanas (régimen actual)

IMSS (Ley 1997)

Edad: 65 años

Semanas: mínimo de 825 semanas en 2024

Pensión garantizada (Modalidad 40)

1,250 semanas

Edad: 60 (mujeres), 65 (hombres)

ISSSTE

Entre 25 y 30 años de servicio

Edad: de 55 a 60 años, según el año

Ejemplo en 2024–2025:

Mujeres: 56 años

Hombres: 58 años

Esta información debe estar actualizada dentro de los sistemas de RRHH, sobre todo para quienes ya están cerca de la etapa de retiro.

¿Cuál es la nueva edad para jubilarse en 2025?

A partir de 2025 entran en vigor algunos cambios en los requisitos para jubilarse en México, particularmente en lo relacionado con la edad mínima. Esto responde a ajustes previstos desde reformas anteriores y al aumento en la esperanza de vida.

Para quienes cotizan en el ISSSTE, las nuevas edades mínimas son:

  • 58 años para mujeres
  • 60 años para hombres

En el caso del IMSS, no hay modificaciones en cuanto a la edad estándar:

  • 60 años para cesantía en edad avanzada
  • 65 años para pensión por vejez

Pero ojo, las semanas cotizadas necesarias siguen aumentando cada año. Lo que significa que, aun cumpliendo con la edad, no se puede jubilar cualquiera si no tiene los registros completos.

Desde el área de Recursos Humanos, lo recomendable es mantener esta información al día y facilitarla a los colaboradores. Anticiparse siempre es mejor que correr al final.

¿Qué trámites necesitas realizar para jubilarte?

Los trámites de jubilación pueden variar según el régimen, pero tomando como ejemplo el IMSS, el proceso implica varias etapas clave:

Documentación:

Tener a la mano los documentos oficiales: identificación, CURP, RFC (puedes usar nuestra calculadora RFC), comprobante de domicilio y evidencia de semanas cotizadas.

Solicitud de pensión:

Presentar la solicitud de pensión según el caso: por cesantía (60 años) o por vejez (65 años).

Cálculo de la pensión:

El IMSS realiza el cálculo en función de las semanas y el salario promedio reportado.

Resolución:

Si la resolución es favorable, se empieza a recibir la pensión mensual.

Por más sencillo que parezca el trámite, siempre es aconsejable que el colaborador acuda a su subdelegación del IMSS. La asesoría personalizada evita errores y acelera los tiempos.

¿Qué es el tarjetón digital para jubilados?

El tarjetón IMSS digital es una herramienta en línea que ha venido reemplazando al documento físico tradicional. Desde cualquier dispositivo con internet, el jubilado puede consultar su información sin tener que acudir a una oficina.

¿Para qué sirve?

  • Verificar montos y fechas de pago
  • Consultar deducciones o descuentos aplicados
  • Descargar comprobantes de pago
  • Acceder a información de préstamos y otros servicios vinculados al IMSS

Desde RH, vale la pena compartir este recurso con quienes están próximos a jubilarse. Les facilita el seguimiento y mejora la experiencia post-retiro.

¿Cuánto dinero te dan cuando te jubilas?

La pensión no es una cantidad fija ni estándar. Cambia en cada caso, dependiendo de:

  • El salario promedio cotizado durante la vida laboral
  • La cantidad de semanas cotizadas para jubilarse
  • El régimen y modalidad de pensión elegida

Para tener una estimación más clara, lo ideal es usar la calculadora oficial del IMSS, aunque también es recomendable acudir con un asesor financiero. Un mal cálculo o una expectativa errónea puede afectar seriamente la calidad de vida en el retiro.

¿Cómo beneficia la jubilación a los empleados?

La jubilación es más que un derecho. Es una forma concreta de reconocer años de servicio. Y su impacto va mucho más allá del ingreso mensual. Aquí algunas de sus ventajas:

Seguridad financiera:

El ingreso constante permite mantener una vida estable sin necesidad de seguir trabajando.

Tranquilidad emocional:

Saber que habrá un ingreso mensual aporta confianza, reduce el estrés y mejora el bienestar general.

Reconocimiento laboral:

Jubilarse con derechos plenos es una forma de reconocer la entrega y el compromiso de un trabajador a lo largo de su carrera.

Independencia en la vejez:

Un plan de retiro adecuado evita la dependencia económica de terceros.

Acceso a beneficios extra:

Algunas empresas y sistemas otorgan seguros médicos, descuentos y servicios especiales para jubilados.

Espacio para proyectos personales:

Con tiempo libre, muchas personas pueden dedicarse a lo que siempre quisieron: viajar, pintar, leer o simplemente descansar.

Fomento a la cultura del ahorro:

Un buen esquema de jubilación impulsa también la planificación a largo plazo desde edades tempranas.

Para las empresas, garantizar una jubilación estructurada también es parte de construir una cultura laboral sólida y responsable.

¿Qué papel desempeña recursos humanos frente a la jubilación?

Desde Recursos Humanos, el proceso de jubilación no puede verse como una mera salida administrativa. Es una transición delicada que necesita ser acompañada, gestionada y reconocida.

¿Qué se espera del área?

Asesoría constante: Informar al colaborador sobre los distintos tipos de jubilación, requisitos, plazos y trámites.

Planeación conjunta: Revisar el historial del empleado, calcular escenarios y organizar charlas o talleres que preparen al trabajador para esta etapa.

Gestión operativa del retiro: Trámite de documentos, vínculo con IMSS o ISSSTE, cierre de contrato, entrega de cartas y comunicados.

Comunicación clara: Mantener al trabajador informado en todo momento, resolver dudas y evitar malentendidos.

Reconocimiento institucional: Organizar eventos o gestos simbólicos que valoren la trayectoria del empleado.

Transferencia de experiencia: Asegurar que el conocimiento del jubilado no se pierda. Capacitar al reemplazo y documentar procesos es parte del cierre responsable.

Seguimiento post-jubilación: Algunas organizaciones mantienen programas activos para excolaboradores, reforzando su sentido de pertenencia.

La jubilación no es solo el cierre de una etapa. También representa el legado de un trabajador dentro de la empresa. Planearla bien es una forma de agradecer y respetar ese camino recorrido.

Preguntas frecuentes

¿Cómo se relaciona el crédito FONACOT con la jubilación?

Cuando un empleado se acerca al retiro, es importante revisar si tiene deudas activas con FONACOT. Este crédito se descuenta directamente vía nómina. Por eso, al jubilarse, lo ideal es que esté completamente liquidado. Una vez jubilado, el ingreso puede disminuir, y mantener pagos pendientes podría afectar su estabilidad económica.

¿Qué dice la Ley Federal del Trabajo (LFT) sobre la jubilación?

La Ley Federal del Trabajo marca las reglas del juego. Si un trabajador alcanza la edad indicada y ya tiene acumulados los años de servicio que pide la norma, entonces puede jubilarse. En esa misma ley se describe también cómo se otorga la pensión y cuáles son los beneficios que vienen con ella. En la práctica, es justo este marco legal el que respalda todo el proceso y el que garantiza que se lleve con orden y respeto hacia los derechos de cada empleado.

¿Cómo afecta la jubilación al puesto que deja vacante un empleado?

Cuando alguien se jubila, deja libre un puesto dentro de la estructura. Esto abre la puerta a movimientos internos o nuevas contrataciones. Para las áreas de Recursos Humanos, planear esta transición es clave. Permite evitar cuellos de botella y mantener la continuidad operativa.

¿Qué impacto tiene la remuneración del trabajador en el cálculo de su jubilación?

La remuneración total incluye el salario base, pero también las prestaciones. Todo junto tiene un efecto directo en la pensión que se recibirá más adelante. Para decirlo fácil: si el salario es más alto, también lo serán las aportaciones al sistema. Y, casi siempre, eso termina reflejándose en un ingreso mayor al momento de jubilarse.

¿De qué manera influye el fondo de ahorro en la jubilación?

Un fondo de ahorro bien llevado puede cambiar mucho la historia al llegar la jubilación. No solo sirve para enfrentar un gasto que aparezca de repente, también da un respiro de estabilidad en el día a día. En pocas palabras, se vuelve un refuerzo que ayuda a mantener la calidad de vida sin tantas preocupaciones.

¿Cómo afectan las vacaciones no gozadas al momento de calcular la jubilación?

Las vacaciones no gozadas deben ser compensadas en el momento de la jubilación. Su pago se suma al finiquito, aunque no modifica el cálculo de la pensión. Aporta un ingreso adicional al momento del retiro. Puedes usar nuestra calculadora finiquito y consultar nuestra tabla de vacaciones para organizar mejor estos pagos.

¿Qué rol juega el REPSE en la planificación de la jubilación de trabajadores subcontratados?

El REPSE obliga a que las empresas que subcontratan cumplan con sus responsabilidades laborales. Entre ellas, están las aportaciones para la jubilación. Así se asegura que los empleados bajo este esquema también accedan a una pensión justa cuando llegue su momento de retirarse.

RRHH

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